martes, 14 de julio de 2009

"Otro sanguchito de pollo Seño"

Son aproximadamente las las diez de la mañana, y en las afueras de la Universidad Privada Antenor Orrego los ambulantes gritan tratando de llamar la atención de sus clientes, quienes corren de un lado a otro con hojas y folders. Mientras tanto un grupo de jóvenes buscan un lugar para comer y es que a esta hora no caería nada mal el popular sanguchito de pollo con un vasito de jugo.

Hay tantos lugares para escoger, se ven apetitosos los postres, los tamalitos, y las tortas. La imagen de una nueva panadería se hace más clara, pareciera tener mucha acogida y eso llama la atención.

Grupos de jóvenes entran a la panadería D’ Díaz, la cual parece preparar un rico sanguchito de pollo. Dentro del lugar hay mucho por escoger para llenar la barriga, la acogedora sonrisa de una señora gestante agradece la preferencia de quienes por primera vez acuden a la panadería y se despide amigable de quienes ya son conocidos.


La panadería D’ Díaz se inauguró hace ocho meses en la Mz. U-Lt.2 – Urbanización Monserrate, en el mismo corazón del refugio de los universitarios orregianos, quienes se dirigen todos los días a comer, tomar o simplemente “ hacer hora”.

Ante esto una de las dueñas de la panadería D’ Díaz, Yenny Ramírez Díaz, comenta que la iniciativa de abrir el negocio fue crecer y seguir con el legado familiar, ya que su abuelo lleva 50 años en el negocio de las panaderías.

¿El capital del negocio fue propio
o financiado?
Financiado

¿Son dueños propios o tienen socios?
El negocio es familiar, todos los que laboramos aquí somos de la familia, incluso la que prepara todo para vender, es mi hermana Susy.

Yenny comenta que tiene dos públicos objetivos, en la venta de pan tiene acogida por los vecinos de Monserrate y en la venta de sanguchitos y pasteles son esencialmente los jóvenes universitarios quienes consumen más.

Cada vez más jóvenes entran a comprar un sanguchito y se quedan conversando en el local, “Otro sanguito Seño”, se escucha al fondo. Yenny parece cansada y es que el estar gestando le dificulta atender con rapidez, pero eso no le quita la amabilidad que tiene con sus clientes.

¿Cuál fue la estrategia que utilizó para tener acogida a pesar de haber tanta competencia en esta zona?
(risas) Creo que el trato y el presenta
rles un buen producto, que sea de calidad.

¿Por qué escogió poner su negocio en e
sta zona?
Porque por esta zona hay panaderías que venden pan, pero porque les traen, es decir, les distribuyen, pero a diferenc
ia nosotros preparamos el pan, y aparte hacemos los postres, pasteles, entre otros.


¿Cómo se da tiempo para atender su n
egocio y su familia?
Trabajo medio tiempo, y la otra parte del medio tiempo la dedico a mi gente. Pero a veces hay percances y eso lo arreglo con mi hermana y vemos como nos adecuamos.

¿Cuál es el horario de atención?
Todos los días, de lunes a sábados de
seis de la mañana a diez de la noche y los domingos de siete a once de la mañana.

¿En qué horario vende más?
En la mañanita con la venta de pan y de ahí con los sándwich a media mañana.

¿Cuál es el producto que se vende más?
Los sanguchitos, nosotros empezamos con los de pollo y ahora hemos variado con los de lechón y hay bastante acogida por los jóvenes.

La panadería resulta muy pequeña para la cantidad de jóvenes que acuden por algo de comer. Yenny comenta, que, por ahora
no tiene en mente abrir más filiales, pero si el de hacer más variedad de sanguchitos, ya sean de pavo o butifarras, “Hemos pensado variar justamente para los jóvenes universitarios que vienen a comprar nuestros productos”, sentencia.


Un grupo de jóvenes se despiden de Yenny diciendo “Mañana me separa dos sanguchitos de pollo y de lechón, no se olvide Seño”, lo cual genera risas en la panadería D’ Díaz.

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